27.6.12

Quizás por eso eran tan grosos mis abuelos


Original. El diario alemán Bild publicó una tapa totalmente a mano, una costumbre que vamos perdiendo a manos de las nuevas tecnologías de la comunicación. Y no es cosa menor. No es casualidad que en la escuela te enseñen a escribir en manuscrita cursiva. Si lo pensás bien una vez que salís de la escuela no hay lugar en que se use la manuscrita cursiva para comuinicarse. Muy pocos son los que la usan. Lo más conocido es el logo de Coca-Cola. Y porque ustedes no vieron como escribía mi abuelo Antonio. Una maravilla. Al Tonico en su escuela no sólo le enseñaron a escribir en cursiva manuscrita sino que también le enseñaron caligrafía. Mi abuelo te dibujaba la letra, cuarenta y cinco grados a la derecha. Era hermoso verlo escribir, los trazos precisos, ligeros y estéticos. Podría haber sido esgrimista si hubiese querido. Don Gutman escribía poco si lo comparamos pero igual de prolijo que el Tonico. Cuarenta y cinco grados a la derecha. Siempre ibas a entender lo que te decían.
Escribir en cursiva reporta beneficios que la mayoría de nosotros nunca conoceremos, salvo que curses la carrera de docencia y aprendas la importancia de la cursiva. Resulta que en esos años escolares, sobre todo los primerizos, escribir en cursiva es importantísimo, básicamente porque fomenta el desarrollo psicomotriz y la actividad cerebral. ¿Cuál es la relación? El desarrollo psicomotriz, la capacidad de escribir en cursiva, es un signo de la actividad cerebral de la persona. Quizás por eso mis abuelos eran unos grosos.        

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