3.1.12

Don't Stop Believin'

Ricardo Gutman



Creo que ya los saludé por el año nuevo. Me vuelvo repetitivo. No se me cae una idea. Pensé en hacer del blog un diario íntimo pero no es una idea para nada original. Ni íntima. Un diario de minitas. Para levantar minitas. Pero no me hubiera salido. Intenté hacer una crónica de las vacaciones el año pasado y me quedé exhausto a la décima hoja escrita. Pura foto no más. Nunca seré novelista. Nunca seremos millonarios entonces mi amor. Es bueno que lo sepas. Para entrar prevenidos.
Se vino La Niña. Con razón las siestas son insoportables. Todos están irritables. El peor soy yo, que me olvido todo en cualquier lugar y le echo las culpas a los demás. Creo que alguna vez dije que cuando no escribo me vuelvo insoportable. Creo que lo dije. No sé si acá. No importa. Ya no escribo ni para las páginas ignotas. De hecho ya ni prometen pagarme. Era una situación esperable. Es difícil de aceptar pero estas ganas de no escribir son incómodas porque indefectiblemente me llevan hacia el paraqué. Para ser más precisos, como si de algo sirviese, hacia el ¿para qué? si total...
Habiendo comprobado que el mundo no se juntó a mis puertas a pedirme que vuelva a escribir durante estos tres meses de abstinencia, es hora de que encarar la cosa desde otro lugar. No sé muy bien desde que lugar pero hay que encarar desde otro lugar. Más visual si se quiere porque desde lo escrito no puedo ser tan capo. Además el modo comentarista de la realidad ya fue para mí. No le importa a nadie. Y eso que hice unas varias cosas bastante decentes.
Se que pueden matarme si quieren pero últimamente encuentro más diversión en Twitter. De hecho pensé en colgarlas acá pero me paró el copyright, no quise joder a los involucrados. Lo cierto es que con Vivianevska, Blopas y Gabriela han surgido algunos culebrones con sabor a cadáver exquisito que no había probado desde hace años, desde esas noches de vino y borracheras en la casa de Fabio, cuando la casa de Fabio era un antro de perdición. Ahora Vivi sueña todas las noches con Michel Teló por un coso que le inserté en Yugoslavia en los tiempos en que ella era novia de Mao Tse Tung y yo agente de la CIA (cosa que nunca dejé de ser).
Pero sigamos. Me compré una cámara de fotos que filma como los dioses porque pensé en volverme más visual y subir más videos. Re original. Pensé hacer un saludo de navidad con un estilo parecido a esto pero me pareció muy pelotudo. De hecho me pone mal hasta escribirlo. No sé por qué tengo que decir que el pibe es un pelotudo, no sé por qué tengo que hacer un juicio pero lo hago. Bien por el pibe, mal por mí. Seguimos con los juicios. Así no voy a terminar nunca. Y dale el culo contra la puerta.
Se me ocurrió juntar a los 5 delirantes que usualmente me circundan y armar algo así como Polémica en el Bar con incoherencias y humor pero me ganaron de mano. Hasta con el título. Seguro que está registrado. Lo peor es que por cualquier gilada los juntás, ahora cuando hay que hacer algo más o menos elaborado se espantan. Creen que es trabajar.
Estoy podrido de pensar. Estoy harto. Pensar para darle vuelta siempre a la misma cosa en el mismo lugar. Y siempre algún juicio, siempre evaluando algo, que si es bueno o es malo, que si ME GUSTA o no me gusta, si lo pongo así no más o lo corregido. Es que pensar es hacer juicios. Para qué. Que sentido. Que se logra. Que se yo. Creo que pensamos para dos cosas: para distraernos de lo importante y para no aburrirnos. Como ahora. como estas mismas líneas.
Las siestas se vuelven cada vez más insoportables y ahora que tengo aire acondicionado el gobierno se esfuerza por cortarme la luz cada dos por tres. No ves que tengo razón. Escribir este artículo sin sentido es una plegaria al cielo para que no se me muera la computadora en cualquier momento. Lo único que sé es que la rubia del video está cada día mejor. Del pibe de rulitos no digo nada. Gracias Dios.        

on line

Blogger news

Las entradas a tu correo:

Un servicio de FeedBurner