21.1.12

El Universo




Como todos sabemos, la Vía Láctea nació de un chorro de leche del seno de Hera mientras amamantaba a Heracles, evidentemente engañada. Heracles la mordió de tanta fuerza que hizo al chupar la leche y Hera lo apartó de su seno, afianzando más el encono con Heracles, cosa que duró toda la vida. Ese chorro que saltó del seno de Hera es hoy la Vía Láctea. De allí su nombre y de allí la inmortalidad de Heracles, más conocido por su nombre romano, Hércules, quien no solamente fue tremendo campeón sino también coautor de nuestra galaxia. Léase como se quiera. Una hermosa manera de explicar las cosas, aunque la verdad tendríamos que dimensionar el tamaño de de un Heracles bebé y menos que menos una Hera adulta caminando por nuestro mundo. Es un poco complicado. Pero eso es culpa de nosotros, no de los antiguos que explicaron las cosas de esta manera. Para ellos el mundo era otra cosa, el universo era otra cosa. Es que saber el tamaño de la Vía láctea afecta la comprensión total de las cosas. Y no se los puede culpar por la explicación. Ni siquiera juzgarlos, como hacen algunos cultores de la lógica. Si me apuran un poco me quedo con la explicación mítica. Siempre es más divertida. Y más poética.
Esta es la explicación mitológica más conocida, más desperdigada y más occidental de la cosa. Sé que soy redundante pero no puedo despegar explicación de mitológica. Pido disculpas. De hecho otras mitologías, la escandinava, la egipcia, e incluso en otra versión de la griega tienen su explicación. Todas tienen en común el componente lácteo pero a diferencia de una diosa es una vaca la que derrama su leche. La galaxia como alimento. Hay que reconocer que la verdad eran buenos relatando. Muy buenos. Si hablamos más cerca de casa, para los mayas la Vía Láctea era la puerta al inframundo y para los navajos es producto de la ansiedad del dios Coyote, que cansado de ver como las Personas Sagradas colocaban las estrellas en el universo con demasiada lentitud desparramó por encima de su cabeza un saco de estrellas dando origen a nuestra galaxia. A veces salen cosas lindas. Al igual que los mayas, para los escandinavos también era un camino entre dos mundos, básicamente el puente que conectaba Midgard, la tierra, con Asgard, el hogar de los dioses.    
El universo es complejo y tan grande que no hay manera posible de dimensionarlo con nuestros pequeños cerebritos. Así todo el hombre intenta hacerlo de la manera más “técnica”, por así decirlo, complejizando y agrandando las posibilidades de la explicación, hecho que lo hace más difícil. Intentar explicar el universo es una tarea infructuosa, más bien imposible. Entre las dos explicaciones me quedo con la más simple, simplemente por divertida y diversa. Bien puede tomarse todo como un absurdo; para otros es realmente interesante, interesante en tanto poético. Aunque encontrar lo poético depende del grado de abstracción, de conciencia si se quiere, sobre lo poético en sí. Para algunas personas que no soportan a los niños la lluvia puede ser poética, lo cual es una evidente contradicción, respetable si se quiere, pero contradicción al fin. Contradicción que de hecho se puede potenciar una tarde de lluvia con niños adentro, como que te agarró la lluvia en medio de la calle y tuviste que entrar a un McDonalds o algo así. Buen tema para un cuento. Las dos cosas se vuelven poéticas, hasta el McDonalds. Pero eso es otra cosa. La mayoría de la gente que no aguanta a los niños en un McDonalds prefiere mojarse una vez terminada la hamburguesa que aguantar a los pibes que gritan ahí adentro. Aunque después se agarren una neumonía. Que se yo. Hay gente así. No es mi problema, es evidente que no soy yo el que explicará a esa persona lo poético de un niño. Allá ella. Todo es poético. Borges siempre tuvo razón. Y no es casualidad que haya sido un mítico espectacular. Literalmente y en todos los sentidos. Ya no me preocupo. Y si algo se complica demasiado siempre tendremos a Monty Python.

No hay comentarios:

on line

Blogger news

Las entradas a tu correo:

Un servicio de FeedBurner