Especulaciones acerca de los zombies

Ricardo Gutman
@rickygutman

Yo, que soy bastante flojo para ver películas de terror, me estoy volviendo especialista en zombies. Harto conocida es mi aversión a las películas de terror. Nunca la he ocultado. Ocurre que soy muy influenciable, demasiado permeable a las imágenes. Para dar un ejemplo de lo que digo cuando vi La Llamada tuve durante dos noches la cara de Samara Morgan en la cabeza, la parte esa en la que sale del televisor y la cámara le hace dos planos, uno corto que se acerca y el segundo el primer plano. Me mató. Soñé con la piba dos noches seguidas y cuando despertaba no me la podía sacar de la cabeza. Y eso que La Llamada es bastante light.
La culpa de que me esté volviendo adicto a los zombies es responsabilidad absoluta de The Walking Dead, la serie de AMC que pasaron por FOX pero que no vi hasta que mi hermano me trajo la primer temporada completa a fines del año pasado. Antes vi algunas y siempre consideré que las de George Romero son las mejores. Hasta The Walking Dead por supuesto.

Es menester decirlo, las épocas han cambiado. Lo que antes producía escalofríos era el terror paranormal, por decirlo de alguna manera. Hoy ha mudado en terror sobre el cuerpo. En esa línea se inscriben películas como Saw o los millones de títulos que inundan las casa de alquileres de DVD locales. No se como es en otros lados. Acá abundan. Cuando pasan de moda te las venden por dos pesos.
Pero los zombies siempre están. Nunca pasan de moda. Siempre hay una vuelta de tuerca, algo nuevo desde el punto de vista argumentativo que recicla el formato. Las mejores lecturas las planteó George Romero, sin dudas. A diferencia de Romero, The Walking Dead usa a los zombies para centrar la trama en los humanos, como reaccionan los humanos ante una situación apocalíptica. En realidad usa a los zombies para describir a los humanos. El proceso de Romero es inverso: usa y utiliza los zombies para personificar a los humanos. Sus películas sin zombies serían un absoluto bodrio. Humanos encerrados en un shopping por los zombies. Magistral. Escribirlo sería imposible o por lo menos no tendría la fuerza que se logra al mirar la película; tardaríamos un  tiempo considerablemente mucho más grande que una buena fotografía. Algunos dicen que son películas Clase B. Que se yo. Logran el cometido, una extraña fusión de contenido con entretenimiento.
Los zombies son interesantes. En el principio era un muerto vivo, después fue algo inexplicable con la ciencia de por medio. Si vamos a reducirlo a un simple enunciado un zombie es un cuerpo que se maneja sin voluntad. Tiene un cerebro que no usa y que no controla al cuerpo. Reacciona ante estímulos. Siempre tienen hambre y cuando comen (o sea, humanos) comen como si fuera la última vez. No sé para que se hacen tanto drama si el mundo está lleno de gente. Carecen de voluntad, por lo tanto carecen de raciocinio. Se mueven por el mundo sin otro fin que el de comer. Comen por comer.
Hay otras especies de zombies más terribles y agresivas, como los que se muestran en Soy leyenda, entre las partes que le quedan a la película después de ver a Will Smith haciendo ejercicios y mostrando los músculos. Esos zombies son verdaderamente jodidos porque están en forma, son naturalmente agresivos hacia los humanos y dan indicios de trabajo grupal. Incluso se da a entender que serían un paso en la evolución. Pero esos no son zombies, son más bien vampiros porque actúan bajo la ausencia de luz o en la noche. Los verdaderos zombies, los zombies posta que uno conoce, deambulan sea de día o de noche buscando carne humana.
"Pero eso es una metáfora de la sociedad de consumo" dirá usted creyendo que las puertas de Alejandría se le abren. Chocolate por la noticia. A mí lo que me preocupa de verdad es que los zombies están condenados a la extinción. No por mí, sino porque ellos no se dan cuenta. Por una cuestión de tiempo y de lógica: una vez que se hayan morfado a cuanto humano se les haya cruzado por enfrente no les va a quedar otra que comerse a los animales (esa imagen de los zombies comiéndose el caballo en el primer capítulo de The Walking Dead es realmente impactante) y dado que no tienen tendencia a incluir vegetales en su dieta hay dos opciones: que se coman entre ellos o que queden deambulando por el fin de los tiempos, pudriéndose a medida que pasan los años. No es precisamente una imagen alentadora del futuro.
Otra de las características que infunden los zombies, y que por más obvia no por eso hay que dejarla de nombrar, es el miedo. Sea por la cantidad que invade los tranquilos suburbios yankees, por la ropa deshilachada, los gruñidos guturales, por estar bañados en sangre o por la simple tendencia caníbal de comer humanos, los zombies inculcan miedo, algo carente de sentido más allá de una película. ¿Por qué debiésemos tener miedo a los zombies? ¿Cuál es el sentido de ese miedo irracional? La única respuesta a la cual puedo llegar es que es necesario para la trama de la película porque si se piensa bien no hay razón para tener miedo. Nunca entendí porque los protagonistas de las películas de zombies no diseñan un plan copado, nada del otro mundo, algo como juntar a los zombies en un solo lugar y prenderles fuego. Una simple persona puede diseñarlo. El triunfo de la civilización sobre la barbarie. Pero no. Por más que terminen bien los protagonistas siempre se abatatan (me gusta el término), complicando las cosas. No es tanto lío, simplemente hay que tener cuidado de que no te muerdan, de que no te infecten. Por otra parte son riesgos que hay que correr, si no existiesen los riesgos no existirían los héroes.
Este post fue pensado con otra intención original a la que culmina. La idea era hacer algo más político, tipo como que estamos rodeados de zombies, más de lo que usted cree, tenga cuidado señora que puede ser su vecino y cosas por el estilo. Pero creo que ya se habrán dado cuenta de lo que quise exponer. Es hora de simplificar, de redondear. Después de tanto palabrerío creo estar en condiciones de afirmar que el modelo social zombie no es sustentable. Y eso que no soy economista.