26.7.11

La Santa Fe colonial

Ricardo Gutman
Ya es martes, ya pasó el tiempo. Sé que a este ritmo poco profesional no podría escribir en un diario, pero de hecho no creo que exista periodista que fiscalice en elecciones. Que me muestren a uno. Ja!. Cuando laburaba en el diario no fiscalizaba, corría de un lado a otro pero no estaba todo el día en la mesa. Las dos cosas al mismo tiempo no se pueden hacer. A diferencia de ustedes, yo al otro día no tuve feriado local, así que tuve que ir a trabajar. Terminé destrozado, dormí el resto del lunes. Es por eso que escribo ahora. Y es mejor que escriba ahora.

Lo dije el domingo y lo vuelvo a repetir: Santa Fe es colonial. Colonial en su concepción, colonial en su concreción, colonial en su realidad. El porcentaje de votos de Agustín Rossi lo refleja claramente, si le decís a un santafesino que van a poner un fábrica en su ciudad huye espantado. El santafesino es simple a la hora de pensar, mientras el maíz crezca, la vaca engorde y la soja esté arriba puede reventar todo. Venir a hablar de valor agregado es psicodélico, atemporal, casi extraterrestre. Esa es una de las cuestiones de la baja performance de Agustín Rossi en la provincia, tener un discurso que dado el contexto no cala en la idiosincrasia santafesina, tan acostumbrada a que “todos vivamos del campo”. Puede ser un discurso de avanzada o realista, clasifíquenlo como quieran (creo que en este contexto es más de avanzada que realista) pero no tiene aceptación. Sigo pensando que Agustín Rossi era el mejor candidato a gobernador para la provincia, tanto por preparación como conocimiento del territorio, de eso no hay ninguna duda. Pero Rossi no llega a la gente. Es triste, pero es así.
Tampoco es para alarmarse, el resultado está bastante lejos de lo esperado y lo que todos resaltan como la peor elección del peronismo en la provincia de Santa Fe es una instancia de aprendizaje donde es obvio que los acuerdos partidarios son una cosa y lo que hace la gente es otra. Varias cosas quedan claras números en mano. Ya no hay arrastre y me atrevo a decir que hoy los votos son más ideológicos que nunca, por más que Del Sel no sea una opción ideológica, o por lo menos no se venda como tal. El núcleo duro del peronismo de derecha santafesino votó al candidato del PRO y a esta altura nadie puede negar que los votos de Omar Perotti fueron a Del Sel, eso estaba firmado hace dos meses, reforzando las incompatibilidades del electorado pero los acuerdos son los acuerdos y guste o no hay que respetarlos. De última Artemio tiene bastante razón y no es para tanto aunque sigue siendo una oportunidad perdida.
¿Quién votó a Rossi? El peronismo de izquierda, el progresismo santafesino y el kirchnerismo, ese cúmulo de gente que no es peronista pero que apoya al gobierno nacional y que vio en Agustín Rossi una extensión del gobierno central y que quizás engloba dentro de sí a ese progresismo provincial. Algunos me han dicho que Rossi tuvo el voto del peronismo puro, algo que no me atrevo a afirmar por el simple hecho de que no considero al electorado peronista como puro sino más bien diverso producto de la concepción movimientista. Contrario a lo que muchos creen, la performance de Rossi no va a afectar el desempeño de la Presidenta en octubre por el simple hecho de que los votos de CFK no se trasladan a sus candidatos. Parece ser que el electorado ve a los que se enrolan detrás de CFK, centralmente en los candidatos, como aprovechadores de la situación. Es raro que eso se de en el caso de Rossi, un soldado comprometido con el modelo; si habláramos de Rafael Bielsa  ya sería otra cosa.
Hoy los votos son más ideológicos que nunca. Parece una estupidez pero es así. Que los candidatos no nos tapen el bosque, es clarito que el componente ideológico del voto en esta elección está más que presente y el sistema electoral lo potencia. Hay que tener en cuenta que el sistema electoral condiciona las estrategias y tener un buen candidato es tener la mitad del problema resuelto. Pero también hay que tener en cuenta que el candidato expresa, algo que quizás nos hemos olvidado de tanto estar acostumbrados a los aparatos. El voto de Del Sel es ideológico, algo que con sus escuetas herramientas siempre se encargó de buscar. Del Sel supo siempre quien quería que lo vote y dentro de ese componente está la derecha peronista, que jugó sin medias tintas. Claro, simple.
Los votos de Bonfatti son los oficialistas, frentistas si se quiere. Que no le pase nada a Rosario. Bien puede decirse que los votos del FPCyS son los de una “derecha progresista” como dijo un amigo radical. Yo me animo a llamarlo derecha populista, políticamente correcta y ideológicamente tibia, que se vende como progresista para no asumirse de derecha. Y si no creen lo que escribo miren el discurso de Binner en pleno festejo socialista disputándole el voto del campo a Del Sel con miras a la carrera presidencial que enfrenta el actual gobernador. Eso dice claramente para quien querés gobernar.
Punto aparte en el FPCyS para los amigos radicales, los únicos que han aprovechado las bondades de ser gobierno para afianzarse territorialmente, logrando 8 de las 9 senadurías del FPCyS, restándole cargos al peronismo en la cámara alta de la provincia. De hecho han logrado que Hugo Marcucci ganase una elección, nada menos que como senador del departamento La Capital; alguien que iba camino a convertirse en el Giustinianni del radicalismo. Esto no es un dato menor, si el radicalismo se sigue afianzando territorialmente el FPCyS va a tener que llevar un candidato a gobernador radical de acá a cuatro años. Dada la reconocida generosidad socialista, por cómo viene la cosa el FPCyS no tiene mucho futuro si en el 2015 no se arregla con un radical a la cabeza. Todavía hay que ver como queda la repartija de los ministerios. Vamo a vé que sale.

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