21.7.11

Social Media o la crónica de un hartazgo anunciado

Ricardo Gutman
Los fanáticos del teléfono fijo van a estar contentos con este post. Sinceramente, estoy hasta la coronilla de las redes sociales. Ya es demasiado. La casilla de entrada de mi mail está cada vez más insoportable. Avisos de estado de Facebook, Farmville, Google Plus y Twitter copan las actualizaciones constantes de mi correo, que ya elimino sin mirar. Eso sin nombrar las quinientas mil redes sociales de las cuales me llegan invitaciones. Todavía no sé para qué sirve LinkedIn pero por las dudas me hice una cuenta de la que no me acuerdo ni mi usuario ni la contraseña. Tengo dos correos, en Hotmail y en Gmail. No reviso los dos sino que configuré el POP para que desde Gmail pueda ver las actualizaciones de Hotmail, sino se me va todo el día en la computadora. A eso hay que sumarle tres cuentas en tres diferentes redes sociales las cuales reviso casi al mismo tiempo, tratando de perder el menor tiempo posible. Hoy todo es Social Media. Será posible.


La cuenta en Facebook fue creada por sugerencia de mi hermana para generar más tráfico en el blog. El tiempo fue transcurriendo y si bien el tráfico no subió de manera esperada, de hecho no tuvo el menor efecto, me seguí quedando en Facebook por el simple hecho de que ahí estaban todos. El blog me llevó a explorar contenido para blogs y estrategias para promoción, que hicieron que caiga en Twitter, que poco a poco se transformó en un vicio. Como a todo aquel que comienza en Twitter me costó encontrarle la vuelta, la lógica de funcionamiento, pero terminé convirtiéndome en un evangelista de Twitter, predicando en el desierto sancristobalense, donde nadie parece entender al pajarito. Es quizás el dinamismo de Twitter y las diferentes funcionalidades que puede llegar a tener lo que me hizo adicto. Hoy no es sólo una red social de intercambio y conocimiento sino también un feed de noticias entre otras cosas. De hecho hoy mi estado de Facebook se actualiza mediante mis tweets porque tuve el buen tino de enlazar mis cuentas.
Si se me permite la comparación, Facebook es más intuitivo y más concreto que Twitter. Una persona que no tenga conocimientos previos  en redes sociales preferirá Facebook a Twitter entre otras cosas porque es más fácil encontrar a los usuarios con quien interactuar de manera inmediata y es más concreto desde el punto de vista visual. Facebook visualiza el contenido, lo hace deliberadamente más visible. Al contrario, Twitter sólo publica el enlace y deja a determinación del usuario verlo o no verlo. En Facebook lo ves sí o sí, en Twitter si querés.
Otro aspecto contraintuitivo es el de los 140 caracteres permitidos y las diferentes aplicaciones externas para manejarse en Twitter. Facebook las simplifica toda en una. A mí me cuesta un Perú explicar cómo mostrar fotos en Twitter, en Facebook las subís desde Facebook, no desde un cliente externo como Twitpic. Y lo de los 140 caracteres ni hablar. Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente no sería explicable el éxito de Twitter a nivel global, que se ha convertido en lo que podríamos denominar “la opinión pública internacional” en internet. Todo lo que dice una persona en Twitter se toma como una cita o una afirmación, de allí que tantos medios la usen como fuente de su contenido. Es un arma de doble filo, puede servirte de promoción o hundirte en dos minutos. De esos casos sobran ejemplos en todos los niveles.
Como si todo esto fuera poco llegó Google Plus, la red social de Google, que no pudo imponer Orkut, su primigenia red social, en otro lugar que fuese Brasil a nivel mundial. En su momento Google intentó algo parecido a una red social con Wave, un chasco de aquellos. Todavía recuerdo la desesperación por conseguir una invitación a Wave, la expectativa era enorme. Hasta el día de hoy todavía no entiendo para que sirve ni cómo funciona. Después salió Buzz pero nadie le dio pelota. Ahora llegó Plus y la cosa cambió. Al parecer Google entendió algo y lo puso en práctica. Lo más interesante de Plus es la posibilidad de poder direccionar el contenido, controlarlo y poder compartir algo con los que vos quieras, no con todos, mediante la herramienta de Círculos. Como en la vida real. Además tiene un entorno gráfico muy ameno y menos cargado que Facebook. El problema de Google Plus es que sigue siendo para pocos a pesar de que crece rápido. Es probable que necesite un Obama que le de impulso.
Hartazgo
Esas son a grandes rasgos las tres redes sociales en las cuales participo. A esta altura de las cosas tengo que abrir al menos una vez al día las tres redes sociales al mismo tiempo. Tanto tiempo en las redes sociales te lleva a estar pendiente de todas las actualizaciones y eso verdaderamente ya me tiene harto, desde los pedidos de los juegos en Facebook hasta la poca actualización de Plus, Twitter se salva no sé por qué, eso teniendo en cuenta que en Twitter tengo la tercera parte de contactos que en Facebook, todos construidos a puro pulmón.
Es que la dinámica de las redes sociales es demasiado rápida para lo que uno puede prestar atención, sin perderse de nada. Navegar pestaña por pestaña una y otra vez cansa, si a eso se le suma ciertas prácticas como las de responder los comentarios en Facebook o ver si alguien te hizo un RT en Twitter o te envió un DM uno termina enloqueciendo. Todavía hay gente a la que le tengo que explicar cuál es el valor de la función Compartir en Facebook.
A eso se suma una aplicación que parece solucionar las cosas pero que no es más que una replicación de la situación. Estoy hablando de los clientes de escritorio, esos programas diseñados para administrar al mismo tiempo todas nuestras cuentas sociales desde el escritorio de nuestra PC. Digo parece porque solo traslada la conducta de la red al escritorio, la única diferencia es el diseño.
Te aliena, te cansa, te satura. Y es que la vida virtual de la red incluye muchas más opciones que son relevantes. Por poner un ejemplo si no fuese por Internet hoy no podría leer los 5 diarios on line que leo por día,  revisar el correo, administrar el blog o revisar la cuenta de Youtube, algo que he aprendido en los últimos meses para optimizar el flujo de información y entretenimiento disponible.
Parece raro pero estas herramientas ya son parte de nuestra cotidianeidad. De hecho le comentaba a Jonás en Google Plus que Facebook se está convirtiendo  en una especia de convención social, más o menos todos están podridos pero lo conservan por la masividad de la práctica, como algo instalado, como una conducta establecida. El problema es que dejamos que las herramientas nos usen en vez de usar las herramientas. Internet es un lugar maravilloso donde el individuo puede producir contenido y darlo a conocer. Estoy completamente convencido de que evolucionaremos a otro soporte más maleable en nuestra interacción con la información y el conocimiento y en la velocidad en que aprehendemos el mundo. La cosa se volverá más compleja a medida que transcurran los años, el Ipad es sólo un paso en esa carrera que empezó hace tiempo en las tablas talladas o el papiro. Pero no hay que dejarse consumir, el mundo está en otro lado.
           

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