12.3.12

Capitán América: relato de un bodrio




Ricardo Gutman
Yo, como ustedes sabrán, me reservo algunos placeres. El sábado volví de Santa Fe en el TAL. Para los que no la conocen (?), la TAL es una empresa de transporte interurbano que se caracteriza por cobrar un precio exorbitante por un servicio inexistente que lo único en lo que sobresale es en la horrible predilección por películas del orto. Películas del orto en monitores LCD. De los chiquitos, de esos que si lo tenés muy cerca no se ve una goma y si los tenés de lejos ves sombras nada más. Y no es que falten me anteojos, que de hecho es una cosa que vengo postergando por una simple cuestión monetaria (porque además me quiero comprar esos anteojos de intelectual re chetos con el marco grueso que salen un huevo y me van a quedar para el ojete pero lo importante es parecer, si fuera por mí me compraría los sin marco pero salen más todavía) es una cuestión de ángulos. Lo aprendí de mi monitor. Tendrían que inclinarlos un poco para abajo. Un consejo, de onda, ya que ni siquiera nos tiraron un alfajor.
Bueno, la cuestión es que la TAL siempre se esfuerza por poner películas horribles para sus pasajeros. Y si no es horrible ya se han visto por lo menos ochocientas mil veces en los canales de televisión, algo así como los domingos de película de TELEFE, con la diferencia de que la TAL no los anuncia como estreno. Y en esta ocasión para delicia de todos los pasajeros el Departamento de Cine y Artes Audiovisuales de la empresa decidió poner Capitán América, el bodrio más grande de los últimos cinco años. Yo a Capitán América la tengo más que vista, es la película con la que me duermo las noches que no me puedo dormir y que llegó a mi computadora en un combo de pelis que vino desde Santa Fe en un pen drive de mi hermano. No sé todavía muy bien cómo llegó pero llegó. La película es sinceramente horrible.
Mirá que hay películas horribles. Pero Capitán América se pasa. De hecho rompe soberanamente las pelotas la insistencia de Marvel en promocionar The Avengers. Tanto rompe las pelotas que dan ganas de que la película sea un fracaso y que la editora se funda. Y ya me enerva verlo al ladri de Stan Lee aparecer en todas las películas. Pero más allá de eso, que vendría a ser secundario, es otra cosa la que más molesta. Todo Hollywood piensa que somos inmensamente estúpidos. Y lo más probable es que lo seamos. Y que Hollywood sólo sea un reflejo. Una burla. O no.
No es la primera vez que lo veo, de hecho es un recurso muy usado en los guiones, lo cual da a entender que cualquier gil de estopa puede hacer un guión de película de acción y ciencia ficción. Paso a explicar. Al principio de la película Red Skull llega a un pueblo de Noruega con la intención de encontrar el Teseracto, la joya de los tesoros de Odín, fuente de un poder sobrehumano. El guardián del tesoro no puede luchar contra semejante fuerza bélica y Red Skull lega al templo donde el tesoro se guarda sin mayores obstáculos. Ya en el templo abren una tumba donde un hipercubo se encuentra en el cadáver de un caballero vikingo. Supuestamente.
Pero Red Skull no se deja engañar y rompe el cubo. Sabe que un poder tan grande no puede ser encontrado tan fácilmente (y sí, sino lo hubieran encontrado antes) y presiona al guardián el tesoro poniendo en riesgo su vida y la del pueblo. El guardián accede y le señala disimuladamente el lugar. Red Skull presiona una imagen en la pared y el Teseracto aparece en todo su fulgor. Red Skull se regodea en su triunfo y mata al guardián y a todo el pueblo. Y se va quien sabe dónde.
Lo que ahora me pregunto es lo siguiente: ¿se puede ser tan irresponsable y dejar en manos de un tremendo desgraciado la joya de Odín simplemente por tener miedo de perder la vida? Digo, se supone que estás ahí para dar tu vida y preservar que ese poder en caiga en manos equivocadas. Precisamente para eso existen los guardianes. Los guardianes no tienen miedo. Los guardianes saben que es lo que están haciendo y no son cobardes. Son seres entregados al servicio. Si fuesen cobardes no serían guardianes. Vos no dejarías tu fortuna en manos de un infeliz. ¿Por qué Odín, justamente un dios, va a hacerlo?
Y no es la primera vez que un argumento de esa característica sale en una película como estás. De hecho está lleno de guardianes cobardes en las películas de Hollywood. Siempre aparece uno. Y de tantas veces que se lo ve uno va interiorizando el estereotipo. Y de hecho el cine está lleno de estereotipos. Me atrevo a decir que el cine está hecho para que nos comamos el amague.
Capitán América es horrible porque un argumento que empieza así, subestimándonos de esa manera, no puede terminar bien. Por más que actúe Hugo Weaving y Tommy Lee Jones. Recomiendo urgente despedir al jefe del Departamento de Cine y Artes Audiovisuales de la TAL. Me han robado la plata con una película que ya vi.

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